sábado, 19 de abril de 2008

Buscando el fuego. Siguiendo al Pelorus.






Bueno, bueno, bueno.

Siento haberos abandonado ultimamente. En los ultimos dias me he alquilado un coche con un belga, he escaldo un glaciar, he visto otros dos glaciares, he jugado al futbol, he jugado con un perro de unos hippies que viven en un bus perpetuamente aparcado frente a una playa paradisiaca, y he conocido a una francesa de nombre Pauline y otra francesa de nombre Pauline.

De couchsurfing y de las pocos diarios que ojeo, me llegan noticias de una pobre israelie que lleva perdida tres semanas en un trecking de la isla sur. Eso me sobrecoge, la verdad. Mi historia cobra cierto vertigo.


Pelorus Treck.



Veamos.:

Lo habiamos dejado en mi llegada a la Isla Sur. En mi huida de Picton, y en mi llegada a Havelock.
En Havelock hice parada y fonda durante una noche. A la mannhana siguiente, despues de mantener una desinformada charla con la senhora del centro de informacion de Havelock, decidi hacerme el Pelorus Track. Mas desconocido, menos popular, mas alternativo, olvidado, antiguo, para autenticos tarados.

La senhora no encontro transporte, y me llevo en su propio coche a la entrada del bosque.
El treck consiste basicamente en seguir el curso de un rio. El rio Pelorus.

No me pregunteis por que, pero en mi cabeza, cuando sigues el curso de un rio, hacia el mar, por logica has de ir cuesta abajo.
En Nueva Zelanda no. Aqui subes. Subes todo el punhetero dia.

La senhora fue muy amable. Pero todo el periplo hasta llegar alli sumo unas cuantas horas, y empece a caminar a la una de la tarde. Mala hora para empezar un trecking de varios dias, de siete a ocho horas cada dia.


Durante las primeras horas, todo fue bien. Es un camino facil. La cosa se torcio a partir de las dos primeras horas. El tiempo habia sido malo. Dos dias lloviendo sin parar, y un camino que desaparecia constantemente. Es decir, que no habia camino. Cada cierto tiempo tocaba ponerse a buscar otra ruta. Escalar o arrastrarse. O meterse al rio y mojarse.



Esto que veis aqui arriba, es decir, nada, es lo que estuve viendo yo durante dos horas, hasta llegar a la primera cabanha. Dos horas pateando en la oscuridad por un bosque en el que solo habia un gallego y una mochila de 20 kilos. Me lo hice mas facil cantando canciones de Los Planetas sobre la marcha, confiando en no perderme.

Imagino que los bichos del lugar debieron de pensar que me habia escapado de un psiquiatrico.
Cuando por fin llegue a la cabanha, me parecio un hotel de cinco estrellas. Pero faltaba lo mejor. No me quedaba agua.

La senhora me habia dicho que posiblemente habria cocinillas. Pero no habia.
Es decir, que la cabanha consistia basicamante en un par de literas y una chimenea.

El agua del rio no es recomendable beberla sin hervirla o tratarla, por culpa de una bacteria de las de diarrea espiritual. Mi botecito de cloro para purificar agua se lo regale a dos canadienses que en aquel momento lo necesitaban mas que yo.
Resultado, cene una manzana y bebi agua de rio hervida en una chimenea.

Algo interesante:
A pesar del total de picaduras de avispas, abejas, y cualquier otro tipo de insecto que me habia dejado sus carinhos ese dia, gracias a los antiestaminicos de maese Pablito, no hubo mala noche.

Cuando amaneci, decidi salir pronto para no volver a caminar por la noche, y llegar a la siguiente cabanha con luz de dia.
El camino esta vez se hizo duro, duro, y duro. Imagino que para un marine, o para alguien acostumbrado a manejarse por el bosque, esto es pan comido. Por momentos, me recorde a mi mismo como el penitente de la pelicula La Mision.

Afortunadamente no llovio, pero cada arbol caido y cada avalancha de piedrotas que bloqueban la ruta, lo convertian en un via crucis.

Cai, cai, y cai. Escalar colinas de piedras humedas hace que caigas.

La peor de las caidas, unos seis metros rodando colina bajo. Me paro un arbol afortunado, y me disloco un poquito el hombro. Alli estuve tirado, durante quince minutos, gritando y riendo al mismo tiempo. Gritando no de dolor, sino de desesperacion, y riendo por lo absurdo de la situacion. Me daba miedo incorporarme por si volvia a resbalar, y sobre todo, porque si tenia algun hueso roto, en medio de ese bosque, estaba literalmente muerto, amen de que no podria moverme.

Todo fue bien. Todo estaba en su sitio salvo mi hombro, que se resentia. Afortunadamente camino con las piernas.

Mi intencion era saltarme la siguiente cabanha para hacermelo en solo dos noches, pero decidi que no estaba el horno para bollos. Decidi tambien no forzar, y tirar de ingenio y balsamo de tigre.


Aqui mi sombra, cruzando uno de los muchos puentes colgantes que tienes que cruzar. Mientras estaba cruzando, despues de tirar la foto, me pico otra avispa. Me adoran. Una autentica cabrona, porque un movimiento brusco en estos puentes, acaba con tus huesos en el suelo.

Una vez mas, todo fue bien.

Esa noche, decidi alimentarme e hidratarme de la mejor forma posible. Decidi usar una mezcla de Yodo y Alcohol de 90g para desinfectar el agua, y usar una sarten para cocinar una pasta en una hoguera.

La mejor pasta de mi punhetera vida.




El camino hasta la siguiente cabanha estaba igual de jodido. No era mucha distancia, pero salvar el culo con una peazo mochila la espalda, se me antoja un poco extremo. Esa tarde llovia, pero consegui hacerme pasta de nuevo, aunque esta vez en la chimenea. Despues de tres dias de bosque, el sabor a madera quemada es cosa facil.



La manhana siguiente tire hacia el final del camino. Mucho mas facil que el recorrido anterior. Cuesta abajo, y con el unico inconveniente de volverse a mojar cruzando el rio de vez en cuando. Cosa de ninhos.


Cuando llegue al final de la ruta, un area de picnic junto al rio, me tope a unos mountan bikers. Estudiantes. Algo curioso. En Nelson esta una de las pocas universidades del mundo para estudiar deportes extremos. Mi aspecto debia de ser horrible, porque estuvieron mirando como caminaba hacia ellos sin hacer ni un solo comentario, durante un buen rato.

Cuando les conte que llevaba cuatro dias solo por el bosque, haciendo el Pelorus Treck, me dijeron que estaba chalao. Me ofrecieron llevarme a Nelson (desde la zona de PicNic hasta la carretera principal hay unos 25km), pero que tendria que esperar a que volvieran de hacer mountan Bike.

Por un momento, no me salian las palabras. Es algo estupido, pero cuando llevas cuatro dias sin ver a ni una sola persona, y de repente te encuentras con gente, el efecto Mogli hace aparicion. Lo raro es que no me pusiera a olisquearlos.

Cuando el humano disipo a la bestia, y recupere el habla, les dije que por supuesto, pero que me pondria a hacer autoestop, por si aparecia alguien. Si no estaba alli cuando volvieran, es que habia tenido suerte.

No la tuve. Seis horas estuve esperando un coche, y no paso ni uno.
Ellos volvieron, y me dejaron en el que segun decian, era el mejor hostal de Nelson.
Unos autenticos angeles de la guarda. Me volvi a topar con ellos los dias que estuve por Nelson. Gente alegre y feliz en todo momento. Muy buena gente.


El hostal, efectivamente, molaba.
La gente del hostal, tambien.
Tras una ducha, una laaaaaaarga ducha, volvi a ser persona. O algo parecido a una persona.

Cuando empece a ser consciente de la locura que habia hecho, me dio vertigo. Cuando leo las noticias de la pobre chica que lleva perdida tres semanas por aqui, tambien. Imagino que a ella le pillo la lluvia monzonica en medio del treck. Mala cosa.

Eso si. Hay algo, dentro de mi, que a veces me susurra, "buen trabajo". Es una sensacion inquietante. Estas feliz por haber hecho algo que no pensabas que podrias hacer.

Mola.


Alli, en ese hostal, me tire tres dias con Marc (holandes) y con Val (belga).


Una gran comida que relamente necesitaba.

A Marc lo despedimos, porque se piraba hacia la Isla Norte. A Val me lo reencontre de nuevo camino de Wesport, y alli decidimos alquilar un coche, a devolver tal dia como hoy, en Queenstown, siete dias despues.


Por el camino, mucho que contar. He escalado un glaciar, he caminado entre pinguinos, me ha atacado una foca, me ha gritado un leon Marino, me he fumado un cigarro en mi antipoda exacta, y me he puesto tibio a vino y cerveza. He cambiado del solano de una playa tropical, a un lago con pequenhos icebergs en menos de seis horas.

Este pais es la releche.
:)
Manhana sigo.


Un abrazo a todos, y muchas gracias por los comentarios y por las llamadas. Sois cojonudos.

Kisses, Paulinne. I hope your spanish will work for keep'n reading. I'll see your blog in half hour, just after replying my mails.
:)
Hoy hablare con los de Sinagpore Airlines, y manhana te digo fecha exacta, Pipo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sabía que tu sueño de mayor era ser John Rambo. Na ponte a buscar unos vietcons y unas jovenes a las que salvar y tienes tu guión para una película.
Ya conocía tu juventud en las "COES" (era ese el nombre, ¿verdad?), pero esto supera tu niñez como boyscout. Joder macho si que buscas el límite, yo al anochecer y a me hubiese cagado, y si encima tengo que andar desinfectando el agua, bueno pa que contarte.
Espero que no te tengamos que ir a buscar al otro lado del mundo a una selva tropical.